viernes, 19 de agosto de 2011

La Energia

Todas las cosas existentes en el Universo están compuestas por energía y su constante vibración es lo que nos permite ver estas cosas a nuestro alrededor. El manejo de la energía es una disciplina que se adquiere con la práctica constante y a conciencia de ciertos ejercicios, algunos de los cuales explicare en este apartado.
La energía en los Rituales
La energía es un elemento esencial dentro de cada ritual. Esta es la que determina si un ritual realmente tiene éxito o no. Cuando realizamos un ritual es necesario levantar un "Cono de Energía". Hay varias maneras de levantarlo; la más utilizada es la danza.
Con ella podemos unificar la energía de un grupo y lanzarla hacia un objetivo en especial. Esta danza se realiza en general hacia la derecha, ya que este sentido aumenta la energía. También se puede concentrar la energía por medio de la meditación. Unos instantes de meditación durante un ritual hacen que el cuerpo y la mente se preparen para el propósito del ritual a realizar. Si eres un practicante solitario de Magia, puedes realizar algunos de los ejercicios que explicaré a continuación para concentrar tu energía. No necesariamente debes hacerlos para un ritual; entre más veces los hagas, más capacidad de manejo sobre tu energía tendrás.
Visualización y Energía
Coloca tu cuerpo en una posición cómoda, puede ser sentado o acostado. Luego trata de regular tu respiración, haciéndola más profunda y lenta. Relaja tu cuerpo lentamente, empezando por los pies y subiendo por tu cuerpo hasta llegar a tu cabeza. Escucha atentamente tu cuerpo y concéntrate en los latidos de tu corazón, haciéndolos más lentos y tranquilos. Cuando sientas que tu cuerpo está totalmente relajado, visualiza en medio de tu pecho una pequeña luz, puede ser blanca o azul, la que prefieras. Esta visualización debes acompañarla de sensaciones reales en tu cuerpo, como algo de calor producido por esta luz. Deja que tu pecho se llene de esta luz mientras se va formando una pequeña bola de energía compuesta por esta luz. Lleva esta luz por todo tu cuerpo, lentamente. Lleva esta esfera de luz a tus pies y tus piernas, luego llévala por tu vientre y tu corazón, pasa la esfera por tu cuello y por tu cabeza. Por último lleva esta esfera de luz de nuevo a tu pecho y visualiza como esta se divide en dos y pasa lentamente por tus brazos hasta llegar a tus manos. Allí la energía sale por la punta de tus dedos y se aloja en la palma de tus manos, formando dos esferas de luz dentro de ellas. Únelas, formando una gran esfera de luz. Mantenla allí unos instantes, siente como es su forma, su tamaño, siente si es fría o caliente, siente si tiene algún peso. Luego suelta esa energía al aire; siéntete liberado y ligero como una pluma. Esta técnica también la puedes emplear para dirigir la energía para un objetivo en específico o para liberar tu energía en un ritual.
El Árbol
Este ejercicio es ideal para cuando te sientas decaído, falto de energía. Los árboles son receptores por excelencia de la energía que emana el sol, por esto, cuando esta nos hace falta, los árboles nos pueden brindar un poco. Escoge un árbol grande, lleno de vida, ojala esté rodeado de mucha naturaleza. Siéntate a su lado en posición de flor de loto o en una posición que te resulte cómoda. Coloca tus manos en el árbol, tómalo firmemente. Empieza a respirar profundamente y a relajarte. Visualízate a ti mismo sentado junto al árbol. Puedes ver adentro del árbol, como si su corteza fuera de vidrio.
Visualiza los canales por donde corre la sabia mientras rodea el árbol por todos lados, como nacen en las raíces y recorren el tronco del árbol y como muchos otros canales se desprenden de el canal del tronco y llegan a cada una de las hojas. Ve como los canales suben hasta la copa del árbol y vuelven a bajar hasta llegar de nuevo a las raíces. Ahora ve como un canal empieza a nacer del canal del tronco y se dirige a tus manos, las atraviesa y empieza a recorrer todo tu cuerpo, llagando a cada rincón del mismo. Siente como la sabia, que es la vida del árbol, empieza a recorrer tu cuerpo, limpiándolo y llenándolo de nuevo de energía y vitalidad. Visualiza como el sol lanza sus rayos de energía a la tierra, los cuales son absorbidos por las hojas del árbol y llegan a ti a través de los canales de tu cuerpo. Eres uno con el árbol. Cuando te sientas de bien, lleno de energía, visualiza como los canales de tu cuerpo se empiezan a recoger y a desaparecer, el canal que te unía con el árbol vuelve al canal principal y el árbol se hace visible de nuevo. Abre los ojos y dale gracias al árbol por haber compartido su energía contigo.
Cargar de Energía un Objeto
Primero debes hacer una limpieza del objeto a cargar. Visualiza la energía del objeto como una luz débil y sucia. En una corriente de agua que corra constantemente (puede ser un arroyo, un río, el mar...) sumerge el objeto. Si no hay alguna cerca, abre alguna llave de agua u deja que el agua corra un poco. Mientras sumerges el objeto, verás como la luz empieza a dejar el objeto y se va junto con el agua que corre. Luego de eso,
seca con un paño limpio el objeto. Para cargar de energía el objeto debes hacer primero el ejercicio de visualización. Cuando tienes la esfera de energía en tus manos, las colocas sobre el objeto. Verás como tu energía empieza a llenar el objeto con una luz brillante y cálida, Cuando el objeto esté completamente cargado, descarga el excedente de energía que queda en tus manos. Enciende una vela blanca y pasa el objeto por la llama de la
misma para fijar y purificar la energía que ahora contiene el objeto. Guarda el objeto en un lugar seco y limpio, puede ser en alguna bolsita de tela o simplemente en un lugar en donde esté seguro. Trata de que el objeto no sea tocado por nadie más, a menos de que quieras brindar tu energía a alguien como regalo o como forma de ayuda. Si el objeto es tocado por alguien, debes volverlo a limpiar y cargar.

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