El
Círculo Mágico es utilizado por los Brujos Wicca para crear un área de
protección que nos separa del mundo físico y el de la energía generada
al momento del ritual. Dicho Círculo estará consagrado por los poderes
de los cuatro elementos (a los cuales hay que llamar) y por el Dios y la Diosa. Así
como también por nuestra energía, la cual se concentrará dentro de ese
espacio y la que podremos dirigir, desde allí, a nuestro objetivo.
Hay
muchas maneras de trazar el Círculo Mágico, unas más laboriosas que
otras, pero todas tienen por objetivo el ser un límite entre dos
mundos. Podemos dibujar el Circulo con gis blanco, cristales y piedras,
con agua, o encender un Círculo de Fuego, que puede no durar mucho pero
que es una forma instantánea y poderosa para la protección. Pero este
tipo de Círculo no lo recomiendo mucho por ser peligroso, a menos que
sea lo suficientemente grande como para no quemarnos y hacerlo siempre
al aire libre y acompañado de alguien más. También podemos utilizar una
cuerda para contornear el Círculo al rededor nuestro. Otra opción es la
de trazarlo con sal, y esta me parece la más conveniente e igual de
poderosa y efectiva que la del fuego. Tener un Círculo ya trazado en
tela es otra buena opción. También es válido visualizar un Círculo de
Luz ya sea blanca o azul.
Debemos
tener presente que todas las herramientas que vayamos a utilizar en el
ritual estén dentro de esa área, para no estar saliendo y entrando del
Círculo, porque sería un completo caos de energía. Así que lo más
conveniente es hacer un Círculo en el que podamos movernos cómodamente.
Material
Lo
más importante para trazar el Círculo Mágico son los elementos
naturales de protección para los cuatro cuartos (puntos cardinales):
Incienso (olíbano o cualquier aroma) para el Aire en el Este; Un plato con sal para la Tierra en el Norte; Incienso de canela o enebro para el Fuego en el Sur; Un pequeño tazón de agua para el Agua en el Oeste.
Por lo general también debe ir una vela en cada cuarto:
Amarilla para el Este; Roja para el Sur; Azul para el Oeste; Verde para el Norte.
Pero
no es tan necesario ponerlas. También puedes fijar una vela roja o
blanca en el Sur en lugar de fijar incienso de canela o enebro. Todo es
cuestión de adaptar los elementos a nuestras necesidades y sea de la
manera más cómoda para nuestro trabajo mágico. Si decides montar un
Altar dentro del Círculo, este debe estar en dirección hacia el Este
(por ser el cuarto por donde sale el Sol) o el Norte. Si no necesitas
el Altar, la dirección de partida siempre será el Norte. A menos que
desees cambiarla.
Trazado del círculo
Toma ahora tu Athame o Varita (o con los dedos índice y medio); Empieza
a trazar el Círculo, desde el punto hacia donde mire el Altar, en
dirección de las manecillas del reloj (deosil) e imaginando, al mismo
tiempo, la energía que se va impregnando en la Sal , la cuerda, el dibujo o cualquier cosa que hayas utilizado para contornear el Círculo. Debes trazar el Círculo caminando tres veces, en dirección deosil, mientras dices:
Yo
te conjuro gran Círculo de protección, de manera que seas un límite
entre el mundo de los hombres y el reino de los espíritus. Un lugar de
perfecto amor, confianza, paz y alegría. Aquí y Ahora elevaré un
caldero de energías protectoras que contienen el Poder. En el nombre
del Señor y la Dama... yo te conjuro gran Círculo de protección.
Después
debes invitar a los Atalayas, los espíritus protectores de cada cuarto,
de igual manera en dirección deosil. Empezando por el punto hacia donde
mire el Altar, o por el cuarto Norte. Eleva tu Athame, Varita o tus dos
manos y di en voz alta:
De frente al Norte:
Salve espíritus guardianes del Norte. Antiguos de la Tierra , sean bienvenidos. Carguen y protejan este Círculo con los poderes de las rocas.
De frente al Este:
Salve
espíritus guardianes del Este. Antiguos del Aire, sean bienvenidos.
Carguen y protejan este Círculo con los poderes de los vientos.
De frente al Sur:
Salve
espíritus guardianes del Sur. Antiguos del Fuego, sean bienvenidos.
Carguen y protejan este Círculo con los poderes de las llamas.
De frente al Oeste:
Salve
espíritus guardianes del Oeste. Antiguos del Agua, sean bienvenidos.
Carguen y protejan este Círculo con los poderes de las mareas.
A
medida que te muevas a cada cuarto, deberás encender la vela
correspondiente (si decidiste fijar velas en cada uno). Ahora de frente
a tu Altar o en dirección al Norte, pero en el centro del Círculo,
eleva tu Athame, Varita o tus manos hacia el cielo y di en voz alta:
Gran Espíritu te rindo honor. Carga y protege este Círculo con tu Poder.
Para finalizar señala hacia arriba, diciendo:
Así como es Arriba...
Señala hacia Abajo, diciendo:
... Es Abajo.
Y golpeando el suelo con las palmas de las manos, o uniendo los pies, puedes decir:
Este Círculo esta sellado.
A
partir de ese momento puedes realizar con toda confianza tu trabajo
mágico. Y si por algún motivo importante debes salir del Círculo
Mágico, antes de finalizar el ritual, puedes hacer una puerta temporal
con el Athame, la Varita
o tus dedos índice y medio. Desde el suelo y hacia arriba, para dibujar
el ancho a la derecha, y luego hacia abajo nuevamente. Al regresar
cierra la puerta, de la misma manera, pero contrariamente a como se
abrió: De derecha a izquierda. Al terminar, es importante cerrar el
Círculo. Antes de hacerlo recuerda agradecer a tus guardianes, guías y
maestros por estar presentes durante el ritual. Se cierra el Círculo en
dirección contraria a las manecillas del reloj. Despidiendo a los
Atalayas. Empezamos desde el Oeste, hacia el Norte, agradeciendo la
presencia del espíritu correspondiente:
De frente al Oeste:
Les doy gracias antiguos del Agua, guardianes del Oeste, pueden partir ahora. Benditos sean.
De frente al Sur:
Les doy gracias antiguos del Fuego, guardianes del Sur, pueden partir ahora. Benditos sean.
De frente al Este:
Les doy gracias antiguos del Aire, guardianes del Este, pueden partir ahora. Benditos sean.
De frente al Norte:
Les doy gracias antiguos del Tierra, guardianes del Norte, pueden partir ahora. Benditos sean.
Para
terminar de cerrar el Círculo puedes volver a trazarlo, una sóla vez,
pero en dirección contraria a como se trazo inicialmente. Y golpeando
el suelo o pateando los dos pies, puedes decir:
El Círculo esta abierto, pero nunca estará roto. Y el poder del Universo aún me protege.
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